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- Cristina Torreño
- 14 may 2023
- 1 Min. de lectura
En un momento cualquiera haces clic y puede aparecer algo que te haga llorar, pero no de tristeza. Las voces interiores de dos personas que se ríen al mismo tiempo, no pueden silenciarse. Tal vez sean como ecos que resuenen hasta cuando el corazón pretende instalarse en la pausa. Era tan sólo un vídeo más de la red, pero eso lo viví y sé de qué se trata. Por más que alguien navegue en la inmensidad del mar, siempre habrá alguna sorpresa; una isla a la que otra persona también haya llegado. Un lugar del que nadie más tiene la ubicación y que encuadra las coordenadas de dos corazones que solo pretenden hacerse feliz. Un espacio en el que el miedo no une a las personas y el amor no las separa. Una isla de sonrisas para ir cuando las olas del mundo se vuelven bravas.



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