A veces siento que aprietan a mis latidos como si me dijesen que no merezco ocupar el lugar que sólo mi corazón podría. Cada corazón tiene su propio espacio. Quizás un día el mío deje de sonar y nadie se de cuenta. Y si ¿quizás se trate de eso? Que se puede remplazar algo que se parece al silencio ¿Y si alguien escucha algo en las lagunas de mis latidos y sabe continuarlas hasta alcanzar el mar?
- Cristina Torreño