👴
- Cristina Torreño
- 10 feb 2023
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 10 feb 2023
A veces cuando la tristeza se cuela por mi ventana, siento que sigues sujentándome entre tus brazos; aunque ahora existan algunos kgs más de diferencia y algún que otro año más. La tita me ha recordado en varios momentos que tú le decías "dejadla, ella es especial". En mi presencia nunca pronunciaste esas palabras, pero lo más importante es que me lo hiciste sentir. Cuando aparecía un "Goliath" (tristeza, soledad, bullying, rechazo), siempre tenía tu amor como escudo. Han pasado algunos años desde esa llamada que te hice, fue la última. Minutos antes de despegar de este mundo, porque seguro que has sido como uno de esos cohetes que encuentran un universo sin límites, te dije que eras el mejor abuelo del mundo y no me equivoqué. Porque entre tanto rechazo, una parte de mí sabe cómo salir al mundo y construir una parcelita con todo aquello que heredé de tu mirada de gato. La tita dice que miro como tú, no sé si estará equivocada; pero tal vez hasta en los días que vea más borroso y a oscuras, me enciendas un corazoncito para que lo siga. Tengo suerte, de ser una parte de ti y de mí; es el único billete de ida que tengo para algún día llegar a formar parte de un amor aún más puro y grande que el nuestro, aún si cabe.



Comentarios