La interferencia es un canto paralelo

Esperé con mucha paciencia a que bajase la marea para poder ver esa escultura que emerge del agua y que siempre intuí; y mientras tanto no pude decir nada, tan solo escuchar. Oí el canto del mar, tan intensamente que lo más probable es que sepa tararearlo hasta en medio del tráfico de la ciudad. Mis ojos hablaban claro y alto, pero alguien se coló en el mensaje y ni siquiera tu mirada me guiñó alegría de vuelta ¿Qué pasó? Yo no puedo saberlo, tan solo soy una onda más en el mar de tu voz