Mil mares, una sirena

¿Os imagináis que el mar fuese una especie de cartero y mandase todos nuestros mensajes a un buen puerto? ¿Y si lo que nos duele se lo tragase en sus profundidades con sus secretos?

Creo que hay un desfase de tiempo, sin duda, entre él y nosotros. Al fin y al cabo, él apareció en este planeta antes que cualquier ser humano ¿Cómo subestimar entonces su sabiduría?

La humanidad lo ha dividido en mil nombres. Siempre se atrevió a conquistarlo, pero no lo logró. Él , en cambio, no necesita conocer nuestros nombres para saber cómo somos. En sus aguas nadie es tan pequeño como para no flotar. En cierta manera es un ser justo. Si nadamos avanzamos. Si nos hacemos pesados a base de miedo, entonces nos hundimos. Creo que por eso siempre quise ser sirena, para aletear y que nadie me dijese que no puedo solo por qué no tengo un tesoro de pirata.