Paisaje dunar. 25 Julio
- Cristina Torreño
- 25 jul 2020
- 1 Min. de lectura

Aquí el suelo paisajea su propio sistema pero no uno solar, sino dunar. Las dunas tienen vida propia. El viento acumula montones de arena, los hace crecer y los modifica constantemente. El viento foreño es como si fuera un entrenador que mantiene todo el tiempo a las dunas en la zona de juego durante todo el año.
Las dunas como los seres humanos también tienen dos cara. La parte expuesta a los vientos marinos (barlovento) está adornada por plantas que se adaptan por vivir en un duro ambiente. Estas plantas son pequeñas y apenas poseen flores, pero sus raíces sin embargo son muy extensas. En la otra parte resguardada del viento (sotavento), la flora vive en un ambiente más cómodo y ello hace posible la existencia de una gran diversidad de plantas. Y al igual nos ocurre a los seres humanos que, necesitamos de barlovento y sotavento para hacer crecer flores sin olvidarnos de las raíces.



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